Así que aquí están algunas de las mejores películas de los años 1980 que han resistido la prueba del tiempo durante 40 (o casi 40) años:
1. El resplandor (1980)
Aunque de alguna forma nunca hayas visto El resplandor, conoces El resplandor. Es una película que ha sido imitada, referenciada y parodiada hasta la saciedad, lo que demuestra su enorme impacto cultural. Stanley Kubrick demostró que podía conquistar cualquier género que se propusiera, ya que El resplandor es un infierno psicológico único que lleva décadas traumatizando a espectadores de todas las edades. Y Jack Nicholson ofrece una de las interpretaciones más dementes de todos los tiempos, ya que el descenso de Jack a la locura asesina es increíblemente perturbador de ver, no importa cuántas veces lo hayas visto antes.
2. E.T., el extraterrestre (1982)
Un niño encuentra un alienígena en su cobertizo y se convierte en su amigo. Es una premisa bastante simple, pero en manos de Steven Spielberg se convierte en una de las películas más queridas de todos los tiempos. Parte aventura de ciencia ficción, parte historia de madurez, E.T. es una de esas películas que verías una y otra vez si no te hiciera llorar tanto. Además, cuenta con una adorable Drew Barrymore de 7 años y efectos prácticos que siguen siendo bastante buenos incluso hoy en día.
3. Cuando Harry conoció a Sally (1989)
La comedia romántica es un género criminalmente infravalorado, lo que resulta realmente confuso cuando existe una película como Cuando Harry conoció a Sally. Posiblemente sea la mejor comedia romántica de la historia, y demuestra lo inteligentes, divertidas e incluso filosóficas que pueden llegar a ser. El genial guión de Nora Ephron brilla aún más cuando lo interpretan Meg Ryan y Billy Crystal, cuya química es simplemente *el beso del chef*. Interpretan a dos amigos imperfectos pero encantadores que luchan contra su atracción durante años por lo mucho que significan el uno para el otro. Es la historia original de amigos y amantes, y tiene el poder de convencer incluso a los más acérrimos detractores de las comedias románticas.
4. Baile caliente (1987)
Esta es probablemente una de las películas favoritas de tu madre, y por una buena razón, para ser honesta. Baby (Jennifer Grey) se aloja en un lujoso resort de montaña con su familia cuando conoce a Johnny (Patrick Swayze), uno de los profesores de baile del resort. Cuando la pareja de baile de Johnny no puede presentarse con él, Baby se ofrece a sustituirla, y ya puedes adivinar a dónde va esto. Aunque técnicamente no es un musical (nadie canta), cuenta con muchos números de baile, y déjenme decirles que no se llama Baile caliente por nada: aquí se exhiben muchas pelvis girando y pechos abultados. La escena final incluye el que quizá sea el movimiento de baile más emblemático de todos los tiempos (¡esa levantada!).
5. Aliens: el regreso (1986)
Aliens, secuela de Alien, es ante todo un escaparate para Sigourney Weaver como Ellen Ripley. Ripley es 100% esa zorra, y esta película se asegura de que lo sepas. Única superviviente del ataque alienígena de la película anterior, ahora está completamente traumatizada y ansiosa, pero ¿adivina qué? Esos malditos alienígenas no la dejan en paz, así que tiene que volver a luchar contra ellos.
6. Un experto en diversión (1986)
Un experto en diversiónes la más divertida y la más fácil de volver a ver de todas las películas de John Hughes; no te ofendas, pero es mucho menos deprimente que El club de los cinco. Pero si realmente necesitas esa dosis de angustia adolescente, no te preocupes: Cameron (Alan Ruck), el mejor amigo de Ferris, está alarmantemente deprimido durante gran parte de la película, y el meollo de la película reside en ver cómo Ferris intenta ayudar a su amigo a darse cuenta de que tiene mucho por lo que vivir.
7. El club de los cinco (1985)
El club de los cinco puede tener algunos elementos que no se sostienen muy bien en 2022, pero su poder de permanencia proviene del retrato honesto de John Hughes de las emociones adolescentes. Los cinco personajes principales se describen a sí mismos como "un cerebrito, un atleta, un caso perdido, una princesa y un delincuente", y aunque ciertamente responden a esos arquetipos, también encuentran puntos en común que les llevan a estrechar lazos durante la detención. Los cinco miembros principales del reparto también forman parte del icónico "Brat Pack" de los años 1980, por lo que la película es historia esencial del cine y de la cultura pop.
8. Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (1981)
Harrison Ford sigue interpretando a Indiana Jones después de 40 años, así que merece la pena investigar por qué le gusta tanto este personaje, sobre todo teniendo en cuenta sus sentimientos hacia ese otro famoso personaje que interpretó en los años 1980. En su primera aparición como Indy, Ford hace gala de todo el carisma que le convirtió en una estrella de cine.
9. Toro salvaje (1980)
Martin Scorsese siempre ha tenido el don de convertir a hombres no tan agradables en protagonistas convincentes, y Toro salvaje es uno de sus ejemplos más brutales de ello. Robert De Niro interpreta a Jake LaMotta, un boxeador que luchó tanto dentro como fuera del cuadrilátero. Las memorias de LaMotta sirvieron de base para el guión y abarcan su adolescencia delincuente, su implicación con la mafia y su relación abusiva con su mujer y su hermano. Es una de las mejores interpretaciones de De Niro y le valió su segundo Oscar
10. Duro de matar (1988)
Duro de matar lo tiene todo: Navidad, acción, Bruce Willis, romance y Alan Rickman. Es la película favorita de Jake Peralta y podría convertirse fácilmente en la tuya también. Y no es solo una divertida película de acción, también toca temas como la masculinidad, los roles de género y la venganza. Es más que merecedora de un lugar en tu colección de películas navideñas.
11. La guerra de las galaxias: Episodio V - El Imperio contraataca (1980)
Cuando la gente habla de secuelas que fueron mejores que la original, El Imperio Contraataca está casi a la cabeza de la lista.
Fue la película que demostró que La guerra de las galaxias tenía madera para convertirse en una de las mayores franquicias de la historia, y también dio al mundo a Yoda. ¿Ha habido algo más importante desde el punto de vista cultural?
12 La princesa prometida (1987)
La princesa prometida es una de esas películas que ves de niño y vuelves a ver una y otra vez por lo agradable y confuso que te hace sentir. A medida que te haces mayor, empiezas a darte cuenta de los pequeños chistes que se incluían para mantener el interés de los adultos, lo que hace que te guste de una forma totalmente nueva. En resumen, es un dibujo animado de Disney de acción real.
13. La sirenita (1989)
Por regla general, las adolescentes no deberían tirar su vida por la borda por la incertidumbre de un futuro con un hombre al que han visto dos veces. Pero, ¿alguien ve La Sirenita para aprender lecciones de vida? No, la ves porque quieres ser una sirena y Úrsula tiene la mejor canción de villana de Disney. Como todas las buenas películas de Disney, La Sirenita te sumerge en la fantasía, por mucho que con los años te des cuenta de que estás de acuerdo con el Rey Tritón. Su estreno fue considerado el inicio del "Renacimiento Disney", y es difícil discutir esa estimación.
14. Volver al futuro (1985)
Michael J. Fox consiguió el papel de su vida en el papel de Marty McFly, un adolescente que se ve envuelto en un viaje en el tiempo gracias a los experimentos de su estrafalario amigo inventor, Doc Brown (Christopher Lloyd, que lo interpreta perfectamente). Las reglas del viaje en el tiempo de la película son bastante sólidas y sencillas, aunque la gente se las arregle para encontrarles agujeros argumentales hasta el día de hoy. Pero eso siempre pasa con las películas de viajes en el tiempo, ¿sabes? Volver al futuro resiste el paso del tiempo porque tiene un poco de todo: drama familiar, tensión romántica, acción, humor y una máquina del tiempo DeLorean.
15. La magnífica aventura de Bill y Ted (1989)
A veces una película puede ser simplemente divertida, y eso es lo que La magnífica aventura de Bill y Ted es. Es imposible no encariñarse con Bill y Ted, dos tontos ingenuos interpretados a la perfección por Alex Winter y Keanu Reeves.
16. La decisión de Sophie (1982)
¿Conoces a nuestra señora y salvadora, Meryl Streep? Una de las mejores actrices que ha existido jamás tiene uno de sus mejores escaparates en La decisión de Sophie, una película sobre una superviviente del Holocausto que lucha por rehacer su vida tras su paso por Auschwitz. En el papel de Sophie, Streep representa con honestidad y dolor la culpa, la depresión, la lujuria, el arrepentimiento y la ansiedad. Se habla mucho de la escena de la "elección", pero toda la película es igual de conmovedora.
17. Quisiera ser grande (1988)
Después de pedir un deseo en una máquina de adivinación para ser "grande", Josh Baskin, un niño de 12 años, se despierta en un cuerpo adulto (Tom Hanks). Hanks es divertido y entrañable, y la película en sí tiene un mensaje adorable y serio sobre no perder nunca el contacto con el niño que llevamos dentro.
18. Blade Runner (1982)
Los Ángeles de 2019 no se parece en nada a la versión descrita en Blade Runner, pero la película sigue siendo un festín visual. Una vez más, Harrison Ford interpreta a un héroe de ciencia ficción canoso y, si puedes creerlo, lo hace estupendamente. Rick Deckard (Ford) recibe el encargo de encontrar y eliminar a cuatro "replicantes", seres creados artificialmente que no se distinguen de los humanos. Las cosas se complican, como suele ocurrir, y el resultado es una película que equilibra el espectáculo visual con el patetismo humano.
19. Mi vecino Totoro (1988)
Tu vida mejorará drásticamente después de presenciar la historia de las hermanas Satsuki y Mei, que entablan amistad con unos gentiles pero extraños espíritus del bosque cuando se mudan a una nueva ciudad para estar más cerca de su madre enferma. El Studio Ghibli y el director Hayao Miyazaki captan la maravilla y la franqueza de la infancia manteniendo las cosas sencillas. Aquí todo son buenas vibras.
20. La gran aventura de Pee-wee (1985)
Cuando al excéntrico Pee-Wee Herman (Paul Reubens) le roban su querida bicicleta, emprende una aventura por todo Estados Unidos para encontrarla. Advertencia: Pee-Wee Herman es un gusto que hay que adquirir y puede no gustar a todo el mundo. Se trata de un hombre-niño salido directamente de una comedia de Disney Channel/Nickelodeon. La trama es completamente ridícula y su único propósito es poner en marcha un viaje por carretera e introducir un elenco de extraños personajes secundarios por el camino. En cualquier caso, es una de esas películas vitales de la cultura pop que todo el mundo tiene que ver una vez. Y, para ser honesta, el sincero entusiasmo de Pee-Wee por el mundo que le rodea puede derretir hasta al más hastiado de los corazones.
21. Purple Rain (1984)
Purple Rain no es técnicamente una película biográfica, pero la trama guarda suficientes similitudes con la vida de su estrella como para que se te pueda perdonar que la consideres así. La trama es también formulista y desigual, pero eso es irrelevante porque la película logra con creces su propósito: mostrar el carisma y la música de Prince, uno de los más grandes artistas de la historia. Ganó un Óscar por la banda sonora, que incluía algunas de sus mejores canciones, como "When Doves Cry", "Let's Go Crazy" y el tema que da título a la película.
22. Detrás de la noticia (1987)
Los triángulos amorosos son un tropo muy trillado a estas alturas, pero pocas películas lo hacen tan bien como Detrás de la noticia, una de las mejores pero más infravaloradas comedias románticas de la década. Trata del enredo romántico de tres compañeros de trabajo muy diferentes en una cadena de noticias. Jane (Holly Hunter) es una productora adicta al trabajo, Aaron (Albert Brooks) es un periodista torpe pero brillante, y Tom (William Hurt) es un presentador de noticias simpático pero no tan inteligente. Entre los tres surge el triángulo amoroso esperado, con Jane en el centro, pero la resolución es totalmente inesperada y deliciosamente satisfactoria.
23. Los cazafantasmas (1984)
Tras perder sus trabajos como profesores en Columbia por intentar presentar pruebas de actividad paranormal, Peter (Bill Murray), Ray (Dan Aykroyd) y Egon (Harold Ramis) forman los Cazafantasmas, un servicio de eliminación de fantasmas. Añaden un cuarto miembro (Ernie Hudson) hacia la mitad de la película, y el resto es historia. Es una de las comedias más queridas de todos los tiempos debido a la química de su reparto, que combinada con sus efectos especiales y sus ocurrentes chistes la convierten en la película de los años 1980 por excelencia.
24. ¿Y dónde está el piloto? (1980)
¿Y dónde está el piloto? es una parodia del género de películas de catástrofes, en particular de Zero Hour! (1957). En esta parodia, un hombre con miedo a volar debe sobreponerse para salvar el día cuando los pilotos de su vuelo enferman. Tiene un millón de chistes por minuto y algunas de las frases más divertidas jamás escritas, ¿recuerdas "Lo digo en serio... y no me llames Shirley"? Un clásico. ¿Y dónde está el piloto? es, en opinión de muchos, una de las películas más divertidas jamás rodadas, y no queda mucho más que decir. Claro, la comedia es subjetiva, pero es imposible no reírse con esta película.
25. Hechizo de luna (1987)
Cher ganó un Óscar a la mejor actriz por su interpretación de Loretta, una joven viuda que está dispuesta a casarse con Johnny (Danny Aiello), un hombre al que aprecia perfectamente pero al que no ama: tras la muerte de su primer marido, Loretta cree que el amor solo es una fuente de dolor. Sus planes empiezan a desmoronarse cuando conoce a Ronny (Nicolas Cage), el hermano separado de Johnny, con quien comparte una química ardiente y una atracción mutua inmediata. Es romántica, sexy, divertida, y Cher está realmente fenomenal. Si eso no te convence, también hay un joven y guapísimo Nic Cage y una Olympia Dukakis que roba escenas como Rose, la madre de Loretta.
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